Después del duro invierno, empezamos a notar que los días se alargan, tenemos más luz natural en nuestro hogar y la decoración nos pide que le demos un toque de alegría.
Abrimos la puerta a los estampados, a las flores, a los colores… todo lo necesario para tener nuestra casa lista para la primavera. Es también el momento perfecto para retomar los proyectos que teníamos pendientes como pintar o reparar alguna zona de nuestro hogar.
Los textiles con tonos lima y coral aportan luz a cualquier estancia. Son perfectos para realzar zonas apagadas y es un gran acierto si los mezclamos con una base beige o blanca.
El blanco y el negro es un básico en cualquier temporada. Ideal para aquellas personas que no se atreven con colores más intensos, pero que optan por mezclar estampados con una base blanca, beige o gris. Si quieres un toque de elegancia, esta puede ser tu opción.
El azul es otro color que funciona durante todo el año. Aún así, podemos cambiar los dibujos y los estampados. En esta época, unas rayas o una greca puede ser un toque perfecto.
El estampado por excelencia en primavera son las flores; De todos los colores, tamaños y clases. Conseguimos aportar alegría y podemos mezclarlas con muchos colores y texturas.
Los nuevos muebles llegan para facilitarnos la vida. Encontraremos muchos reducidos a su máxima expresión con patas finas, vértices depurados, de poco peso… Todo esto nos ayuda a combinar colores y estampados. Otro de sus factores más llamativos es el poder utilizar un mueble para varios propósitos, ya que podemos adaptarlo a nuestras necesidades.
Si estás pensando en cambiar la decoración de tu casa, con sólo elegir otra pintura y colocar los elementos decorativos acertados, podrás conseguir dar un toque de modernidad y frescura a tu hogar.
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