Hoy en día uno de los suelos que más se ponen en las casas son los laminados.  El motivo principal es que son muy robustos y fáciles de cuidar, aunque por ello no debemos olvidar que necesitan una limpieza adecuada para mantenerse como el primer día durante muchos años.

En el caso de pequeñas manchas, se pueden eliminar de manera rápida y sencilla con un paño húmedo. Pero en lo que ha limpieza y cuidado general se refiere, se recomienda tener en cuenta algunos aspectos importantes:

• Debajo de las sillas y de los muebles, es recomendable colocar almohadillas de fieltro para evitar arañazos indeseados. Una vez al año es recomendable revisarlas y cambiarlas en caso de que se hayan desgastado en exceso.

• Si en alguna estancia tienes sillas de ruedas, pon ruedas blandas de goma para que no impacten y desgasten el suelo.

• Colocar una esterilla o felpudo en la entrada a tu hogar, hará que mucha de la suciedad de los zapatos se quede fuera.

• Antes de fregar, para evitar arañazos, es importante retirar previamente el polvo o los residuos que puedan quedar sobre el suelo.

• No dejes que la humedad persista en tus suelos laminados. Sobre todo ten cuidado en zonas de baño, lugares donde tengamos plantas, o en general, en cualquier zona u objeto que tenga agua.

• Cuando limpiemos alguna zona, el paño debe estar ligeramente humedecido, pero nunca empapado.

• Asegúrate de que el producto que utilizas para la limpieza del suelo es el adecuado para tu casa. Los que contienen ceras o aceites pueden penetrar en el laminado y generar una película que atraiga la suciedad como un imán.

Si necesitas más información sobre suelos laminados, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Podremos asesorarte para elegir el suelo que mejor se adapte a tu forma de vida y a las características de tu vivienda.

¡Te esperamos!